lunes, 7 de junio de 2010

El de los mil nombres

Recuerdo todo a la perfección.

Era una noche infinita, la oscuridad absoluta, y un silencio de muerte o de vida tal vez. Un frío!!!... no imaginan ustedes lo que yo llamo frío. Mi imaginación una vez más estaba a la orden del día.

De pronto un chasquido de dedos, una pequeña luz, un destello, y el horizonte que se ilumina, todo gira a velocidad endiablada. El mundo da vueltas sin cesar, y los cambios que se ven en él son lentos, pero constantes. La luz primero, el agua después, la montañas, el celeste del cielo, los animales, el verde que adorna y oxigena se hace presente también, reconozco en un trino a un ruiseñor jovial y radiante, todo aparece en cuestión de segundos, o millones de años tal vez., eso lo desconozco, soy dueño del tiempo pero jamás lo controlo, dejo que fluya.

Y por último el toque de distinción, ese que lo hará totalmente distinto de todos los demás, un “ser inteligente a mi imagen y semejanza”.

No es la primera vez que veo todo esto.

No es la primera vez que uso mi varita, Mercurio, JJ15P, Alexiaª, Plutón, 666359856256, son algunos de los vulgares nombres que han recibido mis infinitas y fallidas creaciones.

Tampoco es la primera vez que veo un Adán, hay Adanes y Evas por doquier, en todas las esquinas con sus manzanas, siendo mordidas vorazmente, devoradas, consumidas hasta el hartazgo, los manzanos se reproducen y con ellos sus manzanas, pecados, miseria, pobreza, paradójicamente cuanto más se comían, mas era el hambre que poblaba la esfera.

Una vez mas, mi plan divino había fallado, tal como ocurrió en mis creaciones anteriores, lo único que no fallo fueron ellos, salieron todos a mi “imagen y semejanza”, imperfectos, injustos, ciegos sordos y mudos, testarudos… tan testarudos y parecidos a mi que yo me voy, los dejo solos, a la deriva y seguiré probando por otros mundos hasta que alguno salga bien, mientras ellos pobres ilusos se llenan la boca hablando en mi nombre.