domingo, 3 de agosto de 2008

Con la proa en el Norte y la cruz en el Sur

Asomo la cabeza, por fin. Se respira un intenso aire fresco, que huele a ocaso, pero se que va a pasar. Paso lo peor, la tormenta, el despiadado vendaval que generé el mismisimo dia que blasfeme y que maldije hasta a el ultimo ser vivo que habita sobre esta Tierra.
La balsa en la que navego, aquella que me lleva por este infinito mar que es la vida, esta dañada, pero aun sirve, no vale la pena bajarse, vale la pena remendar las fisuras, esas fisuras que luego de los arreglos quedaran impermeabilizadas, dispuestas a recibir cualquier otra tormenta, cualquier otro vendaval.
Y sigo, quizas sin rumbo, pero lo importante es que sigo, valla uno a saber en que isla me deposita el destino. Con que otros mares debo lidiar para llegar a ese lugar.
Mil veces vienen a mi mente, posibles destinos, o pienso tambien a veces (mientras ahora el sol me pega en la cara), que podria haberme quedado en la orilla de la inexperiencia, para vivir una vida entre algodones, mas segura, pero mucho menos rica, mucho mas aburrida. Pero no, creanme que prefiero estar aca sobre la balsa, malherido, pero siguiendo siempre en altamar, y no importa donde termine, importa no detenerme hasta encontrar esa isla donde mis sueños encuentren su lugar.
Total, la tormenta ya paso, y siempre va a pasar.

3 comentarios:

*Mariposita* dijo...

Me alegra saber que estas de pié, yo por mi parte ya te dije , tenes la razon mas importante que puede tener un ser humano en esta vida para estar derecho.. que mas se puede pedir?

te deseo lo mejor,

saludetes y mucho rock!

Anónimo dijo...

Querido Licenciado, aca hay que agarrar la balsa y remar. Como dijo el más grande, rema que rema el barquero, rema sin pestañear... y de eso se trata...
Somos remeros amigo, somos gotas en el mar, es verdad que algunos empujan con remos de vitrinas y que otros a veces le damos con las manos pa que la balsa se mueva aunque sea un poco, pero le aseguro Licenciado que la lluvia que borra la huella y que lava las lágrimas llega siempre...

Un abrazo.

Grisel dijo...

Lo que no te mata te fortalece, recordalo siempre...
Como también, nunca te arrepientas de lo que hiciste, es peor arrepentirse por no haber intentado nada...
Un abrazo enorme